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martes, septiembre 17, 2013

Otro capitulo con el

A lo lejos observe su silueta, esperándome ahí sentado, donde siempre...

Sonreí, no puedo evitarlo, me hace tan feliz su manera de seguirme con la mirada. Y estaba nerviosa, ¡Lo confieso!, 10 metros se volvieron 15 kilómetros para cruzar la calle y llegar hasta donde él.
-Hola...
-Hola.
Nos miramos y sonreímos.
Me acerque, y me senté a su lado, el volteo y me plantó en la mejilla un cálido y tierno beso... 1,2,3,4,5,6 estallidos dentro de mi alma, yo solo quería sonreír, voltear la cara y besarle en la boca; pero, no pude hacerlo.
¿Saben qué es lo que me encanta? Qué el me cuenta muchísimas cosas, y mientras lo hace, yo solo lo miro... No puedo evitar divagar junto a sus palabras, tendida sobre aquellos sueños junto a él, aquellas ilusiones que tengo de ayudarlo a ser mejor cada día.

Me mira fijamente, y me pregunta:
-¿Qué quieres hacer?
-Quiero estar contigo

Me tomo de la mano y caminamos durante 15 o 20 minutos, llegamos a una heladería y me dijo:
-Pide lo que quieras
Estaba tan emocionada, que pedí cualquier cosa, solo me importaba sentarme a su lado y volver a sentirme tan bien.

Hablamos por un largo rato mientras comíamos, nos cayó la noche, y tenía que irme a casa...
Salimos del lugar hacía el centro histórico de la ciudad, lleno de personas, lleno de solo envolturas de algo que aún no son nada...

Me tomo de la mano y comenzó a abrir paso dentro de la multitud.
Yo fingí que no era nada, que todo marchaba normal; pero, no.
Yo moría de la felicidad, me encantaba la forma en que todos nos miraban, te sonreían y tu te veías tan radiante, tan contento de mi lado... Parecía enamorado.

Al decir adiós, me beso, como nadie jamás me había besado...
Ahí fue en donde lo comprobé:
Yo si me estoy enamorando.