Es algo que no planeas. Un día después de hacer mil cosas, te conectas y conoces a alguien que desde el primer momento te parece interesante, que te cae bien y te hace reír, al principio es solo eso. Cuando en realidad no te imaginas que desde ese día te ha cambiado la vida para siempre.
Al día siguiente hablas de nuevo con esa persona y cada vez te sientes mejor al platicar con él. Compartes historias, risas, sueños... es como si se conocieran de toda la vida, como si le tuvieras muchísima confianza. Cuando no estás hablando con él, recuerdas sus palabras y sonríes. Cuando estás sola en tu cuarto, recuerdas su voz, y sonríes. Cuando estás haciendo un examen, recuerdas sus chistes, sus historias graciosas, y sonríes. Es como si gracias a él hubieras olvidado todo aquello que te hace daño, que te molesta o que no soportas, como si no existieran las desgracias y todo fuera alegre y precioso. Pero llega un momento, llega el momento malo, donde comienzas a soñar con él, cuando solo te conectas para platicar con él. Ahí te das cuenta de que comienzas a ser dependiente, todo pasa muy rápido, apenas te das cuenta de lo que va sucediendo dentro, y fuera de ti, sientes cosas tan extrañas, sentimientos mezclados, que nunca habías sentido con nadie más. Te pones muy nerviosa cada que lo vez aparecer, sientes unos deseos irrefrenables de estar a cada momento con él, y aquellos celos cuando piensas que todo lo que te dice, puede decírselo a otra mujer. Cierras los ojos, y escuchas su voz, te lo imaginas a tu lado, te imaginas una escena donde sucede lo que tu quieres, donde solo importan tú y él. Te mueres por tomarlo de la mano, por besarle, por abrazarlo tan fuerte, por mirarlo a los ojos y decirle que lo quieres, que lo necesitas a tu lado, que es lo más importante de tu vida. Pero no puedes, y eso hace que estés mal, que tengas una angustia que te reconcome. Que sientas demasiada impaciencia, y rabia a la vez, Y entonces empiezas a preguntarte cosas, a replantear hechos, y a querer terminar con todo de una buena vez. Pero todo te supera, ya no puedes controlar nada, es imposible renunciar a aquello que te hace feliz. aquello que te hace sentir especial y tener una enorme sonrisa. ¿Qué más da si hay km de por medio? Si de verdad, has encontrado en un presente a esa persona que te complementa, luchar para estar con ella en un futuro, y da gracias, por haber conocido a alguien tan perfecto para ti.
Yo también pensaba que era imposible querer con tanta fuerza, a una persona que ni siquiera has mirado a los ojos, pero me equivoque. Es impresionante, lo que puedes llegar a sentir, es algo que no se puede explicar con palabras, simplemente hay que vivirlo.
Al día siguiente hablas de nuevo con esa persona y cada vez te sientes mejor al platicar con él. Compartes historias, risas, sueños... es como si se conocieran de toda la vida, como si le tuvieras muchísima confianza. Cuando no estás hablando con él, recuerdas sus palabras y sonríes. Cuando estás sola en tu cuarto, recuerdas su voz, y sonríes. Cuando estás haciendo un examen, recuerdas sus chistes, sus historias graciosas, y sonríes. Es como si gracias a él hubieras olvidado todo aquello que te hace daño, que te molesta o que no soportas, como si no existieran las desgracias y todo fuera alegre y precioso. Pero llega un momento, llega el momento malo, donde comienzas a soñar con él, cuando solo te conectas para platicar con él. Ahí te das cuenta de que comienzas a ser dependiente, todo pasa muy rápido, apenas te das cuenta de lo que va sucediendo dentro, y fuera de ti, sientes cosas tan extrañas, sentimientos mezclados, que nunca habías sentido con nadie más. Te pones muy nerviosa cada que lo vez aparecer, sientes unos deseos irrefrenables de estar a cada momento con él, y aquellos celos cuando piensas que todo lo que te dice, puede decírselo a otra mujer. Cierras los ojos, y escuchas su voz, te lo imaginas a tu lado, te imaginas una escena donde sucede lo que tu quieres, donde solo importan tú y él. Te mueres por tomarlo de la mano, por besarle, por abrazarlo tan fuerte, por mirarlo a los ojos y decirle que lo quieres, que lo necesitas a tu lado, que es lo más importante de tu vida. Pero no puedes, y eso hace que estés mal, que tengas una angustia que te reconcome. Que sientas demasiada impaciencia, y rabia a la vez, Y entonces empiezas a preguntarte cosas, a replantear hechos, y a querer terminar con todo de una buena vez. Pero todo te supera, ya no puedes controlar nada, es imposible renunciar a aquello que te hace feliz. aquello que te hace sentir especial y tener una enorme sonrisa. ¿Qué más da si hay km de por medio? Si de verdad, has encontrado en un presente a esa persona que te complementa, luchar para estar con ella en un futuro, y da gracias, por haber conocido a alguien tan perfecto para ti.
Yo también pensaba que era imposible querer con tanta fuerza, a una persona que ni siquiera has mirado a los ojos, pero me equivoque. Es impresionante, lo que puedes llegar a sentir, es algo que no se puede explicar con palabras, simplemente hay que vivirlo.