Dime entonces la razón

Hasta hoy me vuelve loca la idea de perderte, pero siento que yo tengo que seguir caminando y está ves tu no debes de ir conmigo. ¿sabes? Ha sido grandioso el tiempo que pasamos juntos, pero ¿te das cuenta? No quiero seguir así. Yo no quiero herirte cada que alzo mis alas y tu quieres retenerme aquí; entonces, yo me voy y tu te quedas, o te vas, o no sé, pero yo no me quedaré aquí.
Disculpame si te hago sentir mal, pero tu tienes esa mala costumbre, de venir y pedirme que no lo deje, que no abandone esto, y quiero hacerlo, y voy a hacerlo.
Adiós.

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